Archivado en septiembre, 2011
Publicado en septiembre 17, 2011 - por Marysol
Amanecer en un desierto (de rascacielos)
Doscientos no se cuantos días. Lo dice una pequeña aplicación, burlón entrecomillado de “cuánto creías que ibas a escribir, y cuánto el tiempo se te escurrió entre los dedos”. Retraso acumulado. Cambios, geográficos y de camisa. Encuentros y desencuentros. Y los libros bajo el brazo van pasando. Pero no se reflejan en este mi pequeño espacio. He vuelto, y de esta con el firme propósito de mantenerme aferrada a la estela del cometa que era mi sueño: escribir sobre libros.
Porque si ese era el sueño, ¿qué habría de más importante? Basta de intenciones y de nuevo le dejo el espacio a las páginas, las cubiertas, las letras que en sinfonías o cacofonías forman palabras. Le abro camino al olor de los dedos impregnados de tinta, al pergamino mojado, a las tardes de playa en la que hasta el más predecible bestseller se digiere sin problemas de acidez. A golpe de machete le facilito el camino a las palabras que otros quieren esconder, o callar o susurrar como conjuros sin destino. A media luz leo el futuro entrelineas observando las fechas de brillantes renglones torcidos del pasado.
Por el momento sin título concreto en las yemas de mis dedos, pero con tantos que recuperar por su paso más o menos afortunado en mi mesilla de noche. Les dejo, hasta muy pronto, con la imagen del amanecer en el distrito federal de la ciudad de Mexico.